No nos gustan los comparadores. Y menos, los
comparadores de salud. Y no nos gustan
los comparadores porque lejos de prestar un servicio personalizado, pretenden
distribuir coberturas sanitarias como churros sin entrar en muchos detalles. O
con demasiados, que viene a ser lo mismo.
Cuando queremos contratar una póliza de
salud, es evidente que el coste es determinante: o podemos pagarlo o no. Pero
la cuestión es: ¿sabemos de verdad cuales son las opciones que tenemos?
Generalmente, no. Nos guiamos por una búsqueda más o menos amplia de lo que
queremos en la red. Y ésta nos devuelve un aluvión de información en donde se
mezclan desde ofertas de última hora con conflictos sanitarios en alguna
comunidad autónoma. En definitiva: nos devuelve un caos. Y con esa caótica información, intentamos
elegir la opción que mejor nos cuadre.
Lo que no te dice la búsqueda es si lo que ha
encontrado en comparable entre sí. Tampoco te dice si lo que te ofrece la
pantalla esconde detrás muchas o pocas
incidencias con clientes. Tampoco te dicen si los cuadros médicos que te
ofertan son similares. Todo esto se lo tiene que curra uno. Y, a veces, aun
sabiendo hacerlo, no resulta fácil. Y seguro que nunca es ni práctico ni
rápido.
Porque la realidad es que ante la decisión de
disponer de una cobertura sanitaria privada lo que no te dice la pantalla
después de tu búsqueda son que opciones son las que tienes para empezar, antes
de ponerte a buscar. Y esas opciones son las siguientes:
Clínicas o
igualatorios médicos: Prolifera por toda la geografía esta modalidad consistente en que a
través de una cuota, generalmente mensual, se tiene acceso a una gama de profesionales sanitarios a un coste inferior
del que se baraja en el mercado libre. A esto, incluso prestigiosos centros de
medicina privada se han apuntando, montado su propio “club de socios”. Como punto negativo, la presencia geográfica
se suele ser limitada. Tienen un ámbito de concierto local o, a lo sumo,
comarcal. Puedes hacerte del club viviendo a 600 kilómetros del servicio que te
ofrecen, aunque los desplazamientos y estancias corren por cuenta tuya.
Prestaciones
concertadas: Es
una evolución de lo anterior. Aquí ya encontramos cuadros profesionales y
clínicas concertadas repartidas por todo el territorio nacional. La intención
de estos cuadros es ofrecer lo mismo que un igualatorio médico pero abarcando
generalmente todo el territorio nacional. Algunas compañías de decesos
incorporan algún tipo de servicio de este tipo. Quizás, como punto negativo,
por lo ajustada de la cuota que los socios pagan, se echa en falta en estos cuadros médicos figuras de
prestigio y centros de renombre dentro del mundo sanitario.
Pólizas de seguro
con copago: Esto
es lo más conocido y extendido. A través de un pago, generalmente mensual, tienes a tu disposición un cuadro
médico generalmente amplio y extenso. Y
para algunos servicios establecen un copago que, generalmente no suele ser
alto. Parece tener esto un carácter disuasorio en algunos casos o una forma de
nivelar las recaudaciones en otros casos.
Algunas compañías establecen este copago en servicios como psicología,
psiquiatría y alguna otra. Otras en cambio lo establecen para todos los
servicios. Pero en todo caso, suelen ser cantidades que oscilan entre uno y
cinco euros.
Pólizas de seguro
sin copago: Es
lo mismo que lo expuesto en el párrafo anterior, pero sin que tengas que
realizar ningún pago adicional por ningún servicio. Como resulta evidente, la
diferencia fundamental es que tienen un coste algo superior.
Pólizas de seguro
de reembolso: Con
esto, eliminas el cuadro médico. Vas al profesional o centro sanitario que
quieras y la compañía te reembolsa lo gastado. Puedes encontrar alguna compañía
que te ofrezca el reembolso del 100 por
100 de lo gastado. Lo normal suele ser un reembolso de entre el 80 y el 90 por
100. También puedes encontrar esto como garantía contratable opcional en
algunas pólizas con cuadro médico.
Quizás la única pega, además del alto coste que tienen, es que
generalmente hay que pagar primero y luego te reembolsan los importes. Para
depende de que situaciones, esto puede ser un gran punto en contra de estas
pólizas.
Si se te ha quedado corto esto, o quieres más
información, pincha sobre el teléfono o llámanos.